Ir al contenido principal

4. Bajmut, Ucrania. Jueves, 1 de agosto de 2024. 15:37h. (Día Z).

 

Las órdenes que tenía el pelotón de la legión extranjera voluntaria del ejército ucraniano destinado en Bajmut para ese día eran claras. Debían liberar el barrio de Stupki, casa a casa si era preciso.

Estaba dividido en cuatro escuadras de dieciséis soldados capitaneadas cada una de ellas por un cabo. La segunda la mandaba Juan Vilches, exmilitar español formado en el regimiento de caballería ligero acorazado “Lusitania”, en Valencia, donde permaneció hasta que fue expulsado del ejército por golpear a un oficial en un bar, ebrio. No tuvo nada de épico.

Había acudido a misiones en Afganistán y Líbano, pero hasta la guerra de Ucrania no había disparado a nada ni a nadie que no fuera una diana.

Llegaron a su objetivo, parecía tranquilo. Llevaban liberados tres bloques de edificios de la calle y ese parecía igual de apacible que los anteriores. Los rusos se habían retirado tan apresuradamente que ni siquiera minaron el terreno.

Se trataba de una pequeña casa de dos plantas, vivienda unifamiliar. El pequeño jardín estaba desierto. Juan decidió que lo más sensato sería entrar por la ventana más complicada, ya que era la que tenía menos posibilidades de presentar trampas. Por rotación les tocaba jugarse el pellejo a Jan, un fornido alemán y Donald, un exmarine americano, que parecía tener más experiencia en cine bélico que en batallas de verdad. Pusieron una escalera y llegaron a la ventana del segundo piso, al tocarla se abrió, ambos entraron en silencio. Dos minutos después se abría la puerta principal, todo parecía despejado.

Al entrar, Juan iba a abrir la boca para pronunciar las órdenes pertinentes, pero agudizó el oído y le pareció escuchar golpes y alaridos de una de las habitaciones del piso en el que estaban. Jan, Donald y el propio Juan, estaban en la casa junto a Jude, el resto de la escuadra se encontraba asegurando la zona.

Jude era un inglés soldado de fortuna, bebedor empedernido, poco profesional y que Juan sospechaba que solamente estaba allí para hacerse fotos y subirlas a redes sociales con el fin de solicitar donaciones. En segundos esa falta de profesionalidad les costó la vida.

Jude, sin decir palabra, abrió la puerta que tenía al lado. No tuvo tiempo de subir los tres kilos su fusil UAR-15 de fabricación ucraniana para apuntar cuándo aquella bestia, con ropa del mismo ejército ucraniano, se le abalanzó encima lanzando un mordisco terrible a su cara. En ese momento Juan levantó el arma para disparar, aunque era imposible encañonar al atacante sin riesgo de tirotear a su compañero inglés. Mientras lo intentaba, por la visión periférica de su ojo derecho vio salir de la habitación y dirigirse hacia él, lentamente, a una mujer semidesnuda. No la identificó como un peligro inminente. Cuando al fin disparó sintió una gran punzada de dolor en la mano, giró la cabeza y vio a la mujer mordiéndole, no daba crédito. Jan la agarró para intentar quitársela de encima y durante el forcejeo el alemán recibió otro mordisco en el brazo. Mientras, dos locos enfurecidos más, con el mismo uniforme ucraniano, aparecían en la puerta de la habitación. Donald disparó a la chica una ráfaga en el pecho. Dejó de moverse.

— ¡No shoot! ¡Unarmed! —gritó Juan, confundido ante la situación.

En ese momento, las dos bestias que aún se movían se abalanzaron sobre Donald, atraídos por el ruido de los proyectiles. El exmarine pudo alcanzar con su fusil a uno de ellos. Cuando quiso apuntar al segundo ser fue tarde, recibió un ataque directo al cuello. Juan extrajo su pistola y disparó al atacante en la sien desde el costado.

El ataque había finalizado. Recuento de bajas, cuatro soldados heridos con mordeduras de gravedad. Todas ellas a las pocas horas presentaban signos de infección grave y afectación sistémica de los individuos. Fueron atendidos en un puesto de urgencias de retaguardia, a diez kilómetros del frente. Dada la nacionalidad de todos ellos fueron evacuados inmediatamente en helicóptero a Leópolis, ciudad fronteriza con Polonia. Pasaron la frontera en vehículos medicalizados donados por la OTAN hasta el aeropuerto de Rzeszów.

Un día después, cada uno de ellos volaba en aviones militares a sus respectivos países. Juan Vilches aterrizó en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz en un Airbus A400M el dos de agosto de 2024 a las cinco de la tarde y fue trasladado al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid.


ENLACE DE COMPRA:

https://www.amazon.es/Operaci%C3%B3n-Ocaso-Supervivencia-apocalipsis-apocal%C3%ADptica/dp/B0F2F71Z31?_encoding=UTF8&dib_tag=se&dib=eyJ2IjoiMSJ9.m1qvehxYr_cZNJ7ckEZjbQ.4JUTjMJbfimTWT0CWs1MAEMsOU-ai4GQN5kEdj1TYlA&qid=1743224137&sr=8-1

Comentarios

Entradas populares de este blog

SINOPSIS

Un virus apocalíptico arrasa el mundo, convirtiendo a la gente común en seres violentos impulsados únicamente por el estímulo de atacar y matar a otras personas. Mientras los líderes mundiales luchan por contener la crisis, algunos supervivientes deben luchar por sus vidas en un mundo desgarrado por la guerra y el virus. Se trata de una novela que combina los géneros de aventuras, terror e intriga política para desgranar los entresijos de un apocalipsis mundial. Sinopsis: Agosto de 2024, el mundo se encuentra dividido en bloques que se enfrentan en innumerables conflictos de muy diferentes formas. Uno de los principales campos de batalla es la guerra de Ucrania. Vladislav Petrov, presidente de la Federación Rusa, decide utilizar un arma bacteriológica en el frente. Se trata de un virus que transforma a quienes lo contraen en seres extremadamente violentos, que olvidan quiénes son y cuyo objetivo pasa a ser únicamente atacar a cualquier otra persona. Este hecho supondrá el inicio ...

1. Pyongyiang, Corea del Norte. Jueves, 20 de junio de 2024. 20:15h. (42 días antes del día Z).

El líder ruso, Vladislav Petrov, había aterrizado en Pyonyiang a las doce del mediodía. Había sido un día largo. Debía asistir a un sinfín de eventos con los que su homólogo coreano del norte le agasajaba. Kim Jong-un era un sádico y una persona sin escrúpulos que había conseguido mantener el control de su país pese a las adversidades. Él le admiraba. Tras infinidad de visitas a museos y edificios demasiado monumentales para el hambre que azotaba endémicamente el país, a las cinco de la tarde había empezado una reunión de trabajo de ambos equipos con sus diplomáticos. Petrov trataba de conseguir apoyo, en forma de soldados y munición, para la guerra que estaba lidiando contra Ucrania y, en consecuencia, contra todo el bloque occidental, gran enemigo de ambos. A las ocho de la tarde se decidió posponer el encuentro para el día siguiente puesto que aún tenían que asistir al concierto de gala que se ofrecería en honor a la delegación rusa en el gran teatro de Pyongyiang, con capacidad...

2. Kimhyonggwon, provincia de Yanggang, Corea del Norte. Domingo, 7 de junio de 2024. 18:15h. (55 días antes del día Z).

  Lee Young mantenía el convencimiento de que su trabajo respondía a un fin mucho más importante que su propia vida, la de la supervivencia e independencia de su país sin claudicar ante Estados Unidos ni ante el demonio del capitalismo. Era científica en un laboratorio secreto de Corea del Norte construido a las afueras de Kimhyonggwon, ciudad agrícola del norte del país. Vista por satélite la edificación donde se encontraba no era más que una nave con techo a dos aguas donde guardar herramientas para trabajar los campos que la rodean. En su interior era totalmente diferente. Simplemente un espacio diáfano con un ascensor. Dicho ascensor solo descendía, existían cinco niveles subterráneos. Su laboratorio se encontraba en el último. Para poder entrar a la nave debía conocerse un código alfa numérico de diez cifras que solo seis científicos conocían, que ella supiera, claro. Además, debía estar registrada y autorizada la huella dactilar y el iris. Una vez dentro había un escuadró...